Cambiando de tema, quiero mucho a Luna, fue uno de los primeros personajes que creé y la hice un poco pensando en la persona que yo quería llegar a ser. Es una chica de pelo rojo, que viste con corsés y la llaman gótica. También para algo friki. Y no se avergüenza de nada de su forma de ser. ¡¡Hey!! Es un calco a lo que soy ahora.
Julian Carax, de la Sombra del Viento, una vez dijo «Los libros son espejos: solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro». Aquellas palabras me marcaron y en aquel momento pensé que ese personaje había sido capaz de explicarme algo de lo que yo posiblemente no me habría dado cuenta nunca. Todo lo que escribimos forma parte de nosotros, del mismo modo en el que nuestros personajes, como dijo Carax en otra ocasión, se formarán desmenuzando diminutas partes de nuestra personalidad.
Podemos decir que Luna fue la meta de mi vida; ella era todo lo que yo quería ser. De ahí que yo ahora me haya vuelto idéntica a ella.
Luna Lunita, castabelera. Conseguí hacerme tan fuerte como tú. Gracias a ti aprendí a no avergonzarme de mí misma; ni de mis gustos; ni de nada por el estilo. Gracias a ti, me siento María Ahufinger.